Ku, el vacío
Kan, el templo
Y cuando uno se deposita en otro, es lo que conocemos cómo espacio.
Lo leo, y suena tan simple... pero entenderlo es diferente, no hay nada que pueda mirar de la misma manera ahora, nada.
Llegar de Argentina, y encontrarme con tantas cosas que me ilusionaban, y ahora...
Ahora me siento cómo un soñador desengañado. Es triste por una parte, pero por otra, se han abierto otros espacios, otros "kukanes" que antes no me dejaba a mi misma descubrir.


Me siento mal por un lado, porque es como descubrir (nuevamente) un gran engaño, sólo que esta vez era de mí para mí misma, y el piso en el que me sostube y aferré tanto y durante tanto tiempo, ahora se vuelve enclenque y cae, cómo una torre mal armada desde la base. Pero por otro lado, me siento bien, porque encontré un espacio vacío en mi qué llenar, y tengo en mis manos la posibilidad de volver a armar una torre, esta vez (ojalá) con una buena estructura.
" Es mejor el asesino que el calumniador; el asesino no mata más que una vez, y el calumniador lo hace mil"
(Proverbio oriental)

2 comentarios:
Wow! es como estar escuchando al mismisimo señor Miyagi
suerte en todo
pasate por mi blog, no es tan profundo pero hay algunas cosas entretenidas ahi
chauchas!!
Yo todavía no tengo el valor (o la sabiduría?) para poder reconocerme todas esas cosas... .
Yo simplemente le cerré las puertas a todos ellos (al león, al calumniador, etc.), pero no me di cuenta que ya estaban adentro.
Te admiro mucho =)... y te agradezco
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